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los chicos le dedican poco tiempo al deporte y a moverse

La tecnología nos hizo la vida cómoda pero, para crecer saludablemente, nuestro organismo necesita del estímulo del esfuerzo físico cotidiano.

Con frecuencia, leemos encuestas que reflejan los altos índices de sedentarismo en diferentes poblaciones a nivel mundial. Y, por supuesto, constituye una preocupación muy válida. También la referencia del incremento de la tasa de obesidad en los chicos, lo que determina un futuro que es necesario corregir ya.

Pero tal vez es menos común reflexionar sobre los actuales niveles de actividad. Vale entonces la pregunta: ¿Los nenes y nenas son menos activos en la actualidad? Y la respuesta es .

Se calcula que, en la actualidad, los chicos gastan aproximadamente 600 kilocalorías diarias menos que los de hace 50 años. Las razones de este hecho se deben a múltiples motivos y probablemente incluyen los siguientes:

1. Las actividades durante los momentos de ocio son más sedentarias. Por ejemplo, televisión, internet y juegos de computadoras sustituyeron el tiempo de juego que antes se realizaba al aire libre.

2. El aumento del transporte motorizado (por ejemplo, los coches), en especial camino a las escuelas. Menos chicos van caminando, excepto en zonas más humildes.

3. Menos educación física en las instituciones escolares. Si bien se intenta mantener cierta periodicidad, a veces los desplazamientos a los lugares de práctica deportiva consumen tiempo y desaniman la actividad a realizar.

4. El incremento del grado de urbanización de pueblos y ciudades hace complicado transitar. No se promueve el transporte activo como el realizado a pie o en bicicleta.

5. El aumento de los medios de ascenso y descenso en la mayoría de los edificios (ascensores, escaleras mecánicas, etc.).

6. La preocupación de los padres por la seguridad de los chicos fuera de sus casas (por ejemplo, el tránsito o el miedo a los extraños).

7. Un entorno familiar que no promueve la actividad física (por ejemplo, los padres y madres obesos e inactivos).

Y así podríamos seguir enumerando. Aunque pensándolo bien, lo mejor sería que comencemos a tener algunas de éstas variables en cuenta para empezar a cambiar.

(*) Jorge Franchella, es médico Deportólogo y Cardiólogo (MN 44 396) Director del Curso de Especialista de Posgrado de Médicina del Deporte de UBA. Director del Programa de Actividad Física y Deportes del Hospital de Clinicas UBA.