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DETECCIÓN DE OCÉANOS DE AGUA EN ALGUNOS PLANETAS DE OTROS SISTEMAS SOLARES


Publicada: 2021-11-01 14:40:13
En nuestro sistema solar, los planetas son pequeños y rocosos (como la Tierra) o grandes y gaseosos (como Neptuno).

Pero alrededor de otras estrellas, los astrónomos han encontrado planetas que se encuentran en un punto intermedio: mundos más grandes que la Tierra pero más pequeños que Neptuno.

Estos planetas mayores que la Tierra pero menores que Neptuno pueden tener superficies rocosas u océanos de agua líquida, pero es probable que la mayoría estén cubiertos por atmósferas muchas veces más densas que la de la Tierra y opacas, lo que dificultará mucho la detección de tales océanos en los planetas de esa clase donde existan.

El equipo de Renyu Hu, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Pasadena, California, Estados Unidos, ha completado una investigación cuyos resultados revelan cómo las sustancias químicas de la atmósfera de un exoplaneta pueden, en algunos casos, revelar si la temperatura de su superficie es demasiado caliente para la existencia de agua líquida.

Dado que el agua líquida es un ingrediente necesario para la vida tal y como la conocemos, esta técnica podría ayudar a acotar la búsqueda de exoplanetas (planetas de fuera de nuestro sistema solar) potencialmente habitables.

Se ha confirmado la existencia de más de 4.500 exoplanetas en nuestra galaxia, y aún quedan más de 7.700 candidatos por confirmar, pero muchos científicos estiman que existen cientos de miles de millones de exoplanetas en nuestra galaxia.

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A los planetas que tienen entre 1,7 y 3,5 veces el diámetro de la Tierra se les suele llamar «subneptunos». No hay planetas de este tamaño en nuestro sistema solar, pero se cree que muchos subneptunos tienen atmósferas densas, que podrían ocultar superficies rocosas u océanos de agua líquida. (Imagen: NASA JPL / Caltech)

El nuevo estudio muestra qué sustancias químicas podrían delatar la presencia de océanos ocultos en exoplanetas de entre 1,7 y 3,5 veces el diámetro de la Tierra.

Por ejemplo, un océano de agua líquida bajo la atmósfera dejaría señales como la ausencia de casi todo el amoníaco libre, que estaría disuelto en el océano. El gas amoníaco es muy soluble en el agua, y, dependiendo del pH (el nivel de acidez) de un hipotético mar extraterrestre, este podría acapararlo. Los autores del estudio han determinado que dentro de una amplia gama de niveles de pH oceánicos plausibles, la atmósfera debería estar prácticamente libre de amoníaco cuando hay un gran océano debajo.

Además, un subneptuno con océano albergaría en su atmósfera más dióxido de carbono que monóxido de carbono.

Otra clase de perfiles químicos servirá para indicar que el planeta es demasiado caliente para ser habitable.

El telescopio espacial James Webb de la NASA, cuyo lanzamiento al espacio está previsto para el 18 de diciembre, llevará a bordo un espectrómetro capaz de estudiar las atmósferas de los exoplanetas.

Escrutar mediante espectrometría la química de un planeta puede revelar de manera indirecta la existencia de vida. Por ejemplo, si desde otro sistema solar se escrutase de este modo a la Tierra, se detectaría dióxido de carbono y metano producidos sobre todo por los mamíferos, y oxígeno producido en buena parte por los árboles y otros vegetales. Ninguna de estas sustancias químicas por sí sola sería un signo de vida, pero en combinación señalarían la posibilidad de que nuestro planeta esté habitado. 

Fuente: NCYT de Amazings