«El diagnóstico certero de la enfermedad es un paso bisagra para el correcto tratamiento, ya que existen muchas enfermedades con síntomas similares y el control inadecuado de síntomas y a la administración innecesaria de fármacos puede ocasionar riesgo de efectos adversos», explicó Mauricio Paez Maggio, Neurólogo, staff del área de movimientos anormales del Hospital Británico.
La enfermedad del Parkinson suele comenzar con la presencia de síntomas motores y no motores. Respecto a los síntomas motores se encuentra la lentitud motora, la rigidez y el temblor, el cual afecta con mayor frecuencia a una o ambas manos, cuando las mismas están en reposo o durante la caminata, aunque también puede presentarse en piernas y/o mentón. Asimismo, dentro de estos síntomas el paciente puede tener un menor balanceo de uno o ambos brazos al caminar, con pasos cortos y marcha lenta. Estos síntomas motores suelen ser más marcados en un lado del cuerpo que en el otro y esta diferencia derecha-izquierda es característica en la enfermedad. Por su parte, los síntomas no motores comprenden: disminución del olfato, constipación, trastornos durante el sueño, ánimo bajo y urgencia para orinar entre los más frecuentes. Estos síntomas pueden estar presentes muchos años antes del inicio de los síntomas motores
La causa de esta enfermedad se origina por la interacción de factores genéticos y ambientales. La evidencia actual indica que el correcto control de la diabetes, la alimentación balanceada, hábitos saludables como la actividad física regular y el tratamiento adecuado de ciertas enfermedades son factores protectores de la enfermedad.
Entre las opciones de tratamiento, existen farmacológicos y quirúrgicos para el tratamiento de la enfermedad del Parkinson.
Claudia Uribe Roca, Neuróloga, staff área de movimientos anormales del Hospital Británico, explicó que, «hay fármacos para el tratamiento de los síntomas motores de la enfermedad (levodopa, agonistas dopaminérgicos, amantadina y selegilina entre otros) y también para los no motores, los cuales deben individualizarse según el caso de cada paciente».
El tratamiento quirúrgico consiste en la estimulación cerebral profunda, en el cual se implantan electrodos en regiones claves del cerebro con el objetivo de modular eléctricamente la actividad de circuitos cerebrales que mejoran el estado motor y la capacidad funcional de los pacientes con dicha enfermedad.
El Hospital Británico cuenta con un equipo de profesionales especializados en el estudio y tratamiento de la enfermedad del Parkinson con terapias a la vanguardia de estudios de investigación en el área realizados en el país.
Acerca del Hospital Británico de Buenos Aires
El Hospital Británico de Buenos Aires es una Asociación Civil sin fines de lucro que tiene como objetivo brindar calidad y seguridad en la atención en salud, de alta, media y baja complejidad, formar profesionales médicos y enfermeros de excelencia y desarrollar conocimiento científico de vanguardia para el país y el mundo. Cuenta con una Red de atención médica, conformada por su Sede Central en Barracas; y Centros Médicos ubicados en Vicente López, Microcentro, Lomas de Zamora, Lanús y Quilmes.
Además de contar con su propio Plan de Salud, creado en 1972, el Hospital Británico atiende a través de obras sociales, prepagas y de manera particular. Asimismo, como unidad docente de la Universidad de Buenos Aires y como Hospital Universitario de la Universidad Católica Argentina, desarrolla una importante actividad docente y de investigación, formando decenas de médicos y enfermeros cada año. Su Escuela de Enfermería es la más antigua y prestigiosa del país, y capacita enfermeros de manera ininterrumpida desde 1890.
