Ahora su objetivo es diseñar y ensamblar dos nuevos prototipos que permitirán a los científicos investigar de manera muy minuciosa el cerebro. “Se trata de herramientas importantes que pueden resultar transformadoras para cualquier cuestión neurocientífica que requiera observar la actividad de grandes poblaciones de células cerebrales en animales que se comportan libremente”, señala el doctor Peyman Golshani, profesor de la UCLA.
Una de las grandes ventajas del microscopio es su tamaño, tan reducido que cabe perfectamente en la palma de una mano. El dispositivo pesa menos de cuatro gramos y su altura ronda los 2,54 centímetros. Tan pequeño es que puede encajarse en una placa base implantada en la parte superior de la cabeza de un animal y recabar datos sobre su actividad neuronal. El material recogido se envía luego a una computadora a través de un pequeño cable.
Con esta tecnología, los investigadores podrán manejar herramientas con un amplio nivel de flexibilidad y tendrán acceso recabar datos sobre el funcionamiento del cerebro en contextos que abren un mundo de posibilidades, como observar en el momento la plena interacción de un animal con otros de su comunidad.
“Mientras antes la actividad neuronal solo podía observarse con microscopios mucho más grandes y pesados que debían fijarse en su sitio, el ‘miniscope’ permite estudiar la función cerebral en animales libres para explorar su entorno y a su vez ayuda a revelar nuevos conocimientos sobre el comportamiento social, la memoria y las enfermedades neurológicas”, detalla la UCLA.
Otra de sus ventajas más relevantes es que puede emplearse con modelos de ratones y ahondar en el origen y tratamiento de trastornos neurológicos, como el Alzheimer, la epilepsia o el autismo.
Al igual que con las versiones anteriores los investigadores de la UCLA plantean compartir la información que recopilen durante su trabajo para que otros equipos puedan construir y operar sus propios “miniscopes”.
Los modelos financiados por el NIH aportarán mayor resolución y campo de visión que sus predecesores y permitirá analizar la estructura de las conexiones cerebrales.