“Se puede derribar el mito, aseguró Matías y continuó: “hoy hay un tema de preconceptos sociales”, de que la madre es la única que puede dar de amamantar; que es una realidad como amamantar, estamos de acuerdo y no es lo mismo que estar implicado en la lactancia; tuve la suerte de que mi mujer dejaba la leche materna en el freezer cuando tenía que salir a trabajar y yo la descongelaba, se la preparaba a “Feli” y se la daba en la mamadera de esta manera “el hombre puede practicar la lactancia con su bebé”, explicó.
Marcelo Rocha, psicólogo, psicoanalista, docente de la Universidad de Comahue de Río Negro, UNR, UCA y escritor argentino M.N (3969) recientemente dio por las Provincias charlas sobre discapacidad, crianza clínica y educación entre otros temas de su especialidad, actualmente está escribiendo un libro sobre “El arte de la crianza”, nos brinda su mirada sobre lactar y crianza.
Marcelo: “Cuando hablamos de ser madre o padre, en realidad, nos estamos refiriendo a una noble función que se construye desde acciones puramente sensibles como el cuidar, amar, dar palabra, contener y acompañar, entre muchas otras cosas”.
Así es como, desde el psicoanálisis, estamos convencidos de que la función de dar esos nutrientes tan importantes excede a lo biológico y al género, por eso estoy de acuerdo con cada palabra que expresa Matías a su vez creo que: “un padre puede ocuparse de la lactancia de un hijo de la misma forma en que muchas madres que han decidido enfrentar la maternidad solas llegan a ocuparse de la completa crianza de sus pequeños”, relató el licenciado.
“De hecho creo que muchos hombres lo hacen hoy en día; es algo que también sucede mismo con la evolución de la persona, no sé si en su momento mi padre lo hubiera hecho o por ahí lo hacía en menor medida, creo que vamos evolucionando y buscando un camino en lo cual seamos mucho más parejos tanto padre como madre para este tipo de cuestiones que el padre puede ser de gran ayuda”, enfatizó Matías.
AMAMANTAR: NO SE NECESITA HACER UN SHOW
“La mujer amamanta por una cuestión física y natural, no me pondría ninguna prótesis, me parece algo raro que un hombre lo haga, ¡la mujer amamanta y ese es su rol y está bien! el hombre puede lactar desde su lado, con tener una mamadera, no necesitas un show para participar de eso”, contó Matías.
Rocha: “Queda claro que cualquier persona puede ejercer esta hermosa función de dar la mamadera si en principio lo desea, porque lo que no se ve cuando se le prepara el biberón con mucho amor a un pequeño es que la leche, desde ese momento, ya no es un mero alimento, sino que pasa a contener el nutriente simbólico del deseo, eso es lo que más nos alimenta a los seres humanos para que podamos aferrarnos a las ganas de vivir. Eso es lo que se observa en el rostro de “Feli”, la alegría de sentirse amada y querida por quienes desean ocupar la función de ser padres”, específica.
PAPÁ PRIMERIZO EN PANDEMIA
Jorba: “Ser padre es un orgullo, es una emoción enorme, una responsabilidad de cuidado de una persona que no sabe hacer nada cuando nace, ayudarla, cuidarla y protegerla de cosas muy chiquitas, hasta golpes, es fundamental”.
A mí me paso con Feli que: “al mínimo ruidito y esto es por ser primerizo, cuando estaba durmiendo me despertaba enseguida si la escucho llorar, hablar a metros de distancia, tengo como un oído aceitado donde la detectó en cualquier momento y eso es también calculo por ser un papá primerizo”.
Además, la pandemia en mi caso particular me vino bárbaro porque “Feli” nació el 20 de junio del 2020 en plena pandemia, estábamos todos encerrados, y gracias también a mi trabajo pude estar con “Feli” de hecho hoy en día sigo trabajando desde casa, entonces hace dos años que estoy con ella todos los días”, nos contó contento.
ROL EN LA LACTANCIA: IMPLICANCIAS
“Como rol es igual tanto madre como padre, lo que no es igual es la manera, ya que lógicamente la madre tiene una relación física con el bebé, con lo cual tiene otro tipo de relación, el padre no la tiene por una cuestión lógica, pero en si el rol es el mismo, alimentar al bebé”, diferenció el papá.
Rocha: “Sucede que la crianza no se ajusta a una mera cuestión de lazo sanguíneo”. Sabemos que un verdadero padre y una verdadera madre es quien cumple con esa función. En ese sentido lo más importante es que, quien dé de lactar, lo haga no sólo desde la responsabilidad que eso conlleva sino primordialmente desde el deseo”.
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¿SE NACE SABIENDO LACTAR?
Matías: “El hombre obviamente que no nace sabiendo lactar y la mujer no lo sé… me imagino que la primeriza no! y que después le agarra la mano, pero al hombre le cuesta mucho más porque es algo que tiene que incorporar que no tiene ni en su cuerpo, después te das cuenta que es bastante sencillo, y por ahí hay mucho mito alrededor, y la verdad que en mi caso por ejemplo, por lo menos “Feli” lo hizo super fácil ya que la verdad agarró la mamadera rápido y hizo que se hiciera mucho más fácil, de hecho hoy tiene 2 años y toma una mamadera a la mañana y luego toma en vaso la leche, y lo hace super sencillo, la verdad que es un placer, así que “no se nace sabiendo lactar pero se aprende muy rápido”, desarrolló.
Rocha: “Por lo expuesto, lo más importante de todo a la hora de dar la mamadera es sentir el deseo de querer hacerlo, y es eso lo que observamos en Matías, él dice que está feliz de que su mujer le haya dado esa posibilidad. Aquí, es preciso decirlo, por un lado, no es tan común que los padres se ocupen de la lactancia de sus hijos por una cuestión generacional causada por los influjos del patriarcado del que aún quedan rastros, pero en muchos otros casos, se trata de que las madres puedan correrse de esa función para compartirla con sus parejas (esto también tiene su influencia en lo patriarcal)”, nos compartió.
¿LA LACTANCIA PATERNA EXISTE?
Matías: “La lactancia paterna es posible” de hecho yo la practique cuando mi mujer tenía que salir a dar clase cuando volvió la presencialidad, por ahí “Feli” se quedaba 8 horas conmigo, obviamente tenía que comer, era muy bebita, recién iba adquiriendo alguna papilla, pero la mayoría de su dieta era leche en ese momento, había que utilizar la leche que dejaba la madre en el freezer, descongelarla que esté a temperatura y que luego al dársela no se queme, uno de mis grandes miedos siempre fue ese o que esté muy fría, después te das cuenta que si está un poquito más fría o más tibia la toman igual, por lo menos con “Feli” creo que los chicos se re contra adaptan y en eso te lo hacen re fácil pero deben haber casos que no”, analizó.
Rocha: “Queda claro que cualquier persona puede ejercer esta hermosa función de dar la mamadera si en principio lo desea, porque lo que no se ve cuando se le prepara el biberón con mucho amor a un pequeño es que la leche, desde ese momento, ya no es un mero alimento, sino que pasa a contener el nutriente simbólico del deseo, eso es lo que más nos alimenta a los seres humanos para que podamos aferrarnos a las ganas de vivir. Eso es lo que se observa en el rostro de Feli, la alegría de sentirse amada y querida por quienes desean ocupar la función de ser padres”, específica.
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LACTAR: PONER EL CORAZÓN
“Lactar es poner el corazón y el cuerpo”, en los primeros meses de hecho la ponía en mis brazos y compartimos momentos, como cruzar miradas, ahora, quizás que es más grande con una risa somos más cómplices, y que ella se sienta protegida en su momento de alimentación es super importante se pone juego no solo el cuerpo sino el corazón, el alma; y las miradas que tengo con “Feli” me la voy a guardar para toda la vida”, nos contó emocionado el papá.
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PADRES QUE SE INICIAN EN ESTE PROCESO DE ALIMENTACIÓN Y COMPROMISO
“Hoy, hay muchos más padres comprometidos en todo este proceso, pero hay una realidad y es que el mundo se va aggiornando, cambiando y quizás la mujer tenga que ir a trabajar, y muchas veces en la familia trabajan los dos, sumado el home office, el hombre tomó un rol mayor, que está buenísimo, porque lo vive de otra manera y ayuda un montón en la casa, es partícipe de la alimentación y el amor hacia el bebé es apenas esté nace; con la alimentación el padre es mucho más colaborativo y está bien que sea así y lo celebró”, afirmó Matías.
Aquí, es preciso decirlo, por un lado no es tan común que los padres se ocupen de la lactancia de sus hijos por una cuestión generacional causada por los influjos del patriarcado del que aún quedan rastros pero, en muchos otros casos, se trata de que las madres puedan correrse de esa función para compartirla con sus parejas (esto también tiene su influencia en lo patriarcal)”, nos compartió.
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QUE CAMBIA EN LOS PADRES CON LA LLEGADA DE SUS HIJOS
“A mí me cambió la vida entera, siempre fui una persona fría, analítica, buscándole la razón más terrenal a las cosas, y con “Feli” me pasó de llorar en situaciones que en mi vida jamás hubiera llorado, de emocionarme con películas, leer alguna nota como que dejaron abandonado a un chico o que le peguen me genera mucha rabia, antes por ahí ignoraba el tema, hoy siento una emoción de bronca y pienso: ¿cómo puede estar pasando esto? también me angustia cuando veo chicos en la calle que te das cuenta que están en una situación que no pueden salir, ahora siento como ese nudo, esa angustia”, enfatizó Matías.
“Volviendo a “Feli”, me pasa que al mirarla a los ojos ahora que está más grande me río de repente y pienso que está más grande es más fácil y cuando era bien bebita había miradas cómplices todo el tiempo, sentía como una felicidad interna que nunca me olvido; ahora estoy mucho más blando; me toca evolucionar desde ese lado y me gusta”, confesó el papá.
“Al principio cuando le daba la mamadera, era enseguida decir: ¡por favor que haga provecho! porque me va a vomitar todo, los primeros vómitos sufrían, me daba mucho asco por el olor fuerte, decía por favor! y cuando pasaba decía: ¡hay que bueno! y cuando vomitaba sentía una traición en algún punto y decía: “porque me hiciste esto! igual hoy que pasó el tiempo ya hice amigo con el vómito; luego consistía en limpiarla, bañarla y listo”, nos contaba con un dejo de alivio, Matías.
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¿EL ROL PATERNO EN EL PROCESO DE LACTAR QUEDA EN SEGUNDO PLANO O DESDIBUJADO POR LOS PRECONCEPTOS SOCIALES?
Papá de “Feli”: “Creo que estos preconceptos sociales se están corriendo de lado y que sobre la madre cae mucha responsabilidad por una cuestión natural, que en un principio era ella la que podía dar, la única que le puede dar la propia leche, pero tiene la posibilidad de sacarla, guardarla y dársela en la mamadera, creo hoy, que ese segundo plano es cada vez menor y el hombre está más involucrado y ayuda a que esa responsabilidad sea compartida con la madre”, añadió.
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¿EL APEGO ES BUENO?
“El apego es bueno en su justa medida, para mi está bien, genera seguridad”, también lo digo como hijo que tengo una buena relación con mis padres, “me gustaría que mi hija tenga una buena relación con nosotros como yo con mis padres, uno la va educando; el otro día se quedó a dormir de los abuelos y mi mujer a la dos horas la quería ir a ver, creo que también es un poco del lado de los padres darle su espacio a ella, para que conozca otras cosas, eventualmente en la vida uno se va separando”, nos dio su mirada el papá.
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SER UN PADRE PRESENTE: ESTAR PARA ELLA SIEMPRE
“Una persona puede ser un padre presente y no necesariamente tiene que estar 24 horas pegado a su hijo o hija”, de hecho es una charla que tengo con mi mujer, sale a trabajar y siente que no es una madre presente, y al contrario cada vez que está con “Feli”, la cuida, la lleva, la trae, explota hasta el último segundo con ella; tampoco creo que un padre presente sea esa persona que lo único que hace es darle regalos al hijo, creo que un padre presente es un padre que acompaña a su hijo en todo momento que puede, y deja todo por estar con él, pero que no deja de hacer cosas, ya que tanto padre y madre tenemos que tener una vida social activa, no dejo de hacer mis actividades por estar 24 horas con nuestra hija, también es sano para todos, contó Matías.
Estar presentes ahí, cuando necesita una mano, hablo mucho con mi mujer y mi hija y les digo: “que somos un equipo y trabajamos como equipo y si estamos bien como equipo, siempre vamos para delante”, para darle a “Feli” esa seguridad que necesita, y creo que ahí me considero un padre presente, estamos para ella para todo, incluso para ponerle freno frente al capricho, para finalizar ser un padre presente es acompañar en el proceso de evolución de tu hijo”, aclaró el papá. Estar con el bebé desde que nació me generó algo increíble, tenemos una relación única; “ella debe estar cansada de verme todo el tiempo”, porque si bien ahora va al jardín, y tiene su tiempo con sus amiguitos, maestras, más el paseo a la plaza creo que contribuimos a su mayor contacto visual y socialización”.
“Hoy, no me imagino de tener que ir a trabajar 8 o 10 horas, volver a la noche y no verla, me genera seguridad saber que tanto yo como mi mujer estamos disponibles las 24 horas para ella, está buenísimo por más que tenga familia que ayuda un montón, muchas veces mi mujer está trabajando y yo tengo que salir a una reunión la cuida alguna abuela o tías”, nos contó Matías.
Tenemos una conexión única con “Feli” no la puedo comparar con otras historias porque mi historia es así, no quiero ni pensar lo que sería 10 horas fuera, o estando de viaje, tengo como un ahogo, y descubrí que era que la extraña, pedía en el viaje hacer una videollamada, y mi mujer me decía: “no te va a dar bola”, y dicho y hecho, estaba jugando, le gusta pintar, cantar, es muy artista y está en su mundo , y recuerdo que me dice de pasada: “hola papá”, mi hija tiene dos años y tres meses, es muy avanzada, hasta me dice: “basta papá”, como si tuviera quince, entonces vivir todo eso, creo que es por vivir con ella desde que nació además soy super cariñoso, dándole besos, apretándole, la abrazo, revoleó, vamos de la mano a todos lados, concluyó con mucho cariño, Matías.
A modo de cierre el psicoanalista Marcelo Rocha nos cuenta que para él: “La lactancia no se trata de un mero hecho de alimentación, en la lactancia se juegan hechos muchos más profundos y valiosos para la vida de un bebé”. Allí, en esa escena tan fecunda que se crea entre Matías y Feli, comienzan a inscribirse cosas muy valiosas.
Mientras papá le da el biberón sostiene a su pequeña hija con sus brazos y eso va generando en ella sensaciones que la ayudan a construir su imagen corporal. Al mirarla y hablarle inscribe y transmite los lazos de lo humano, de la cultura.
Dar la leche a un recién nacido es mucho más que dar nutrientes para que el organismo y el cerebro se desarrolle. “Un niño no es solo un cuerpo y un cerebro a desarrollarse, un niño es también una historia y un deseo que nace de otros”, analizó el licenciado