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La técnica 3, 2, 1 para salvar una relación de pareja, según los expertos


Publicada: 2024-06-25 09:00:32

Es una de las herramientas más recomendadas por psicólogos españoles para aumentar la felicidad y la estabilidad.
Las relaciones de pareja pueden tener idas y vueltas con situaciones que pueden provocar algunas crisis e, incluso, separaciones. En algunos casos, la terapia o algunas técnicas recomendadas por los psicólogos pueden llegar a ser de gran ayuda. Es innegable que para mantener relaciones saludables se requiere una comunicación efectiva, que incluye habilidades como saber escuchar, expresar deseos y atreverse a ser honestos y vulnerables.

En tanto, si lo que se desea es fortalecer la relación, mejorar la comunicación y aumentar juntos la felicidad de la pareja, hay una técnica que es de las más recomendadas por los psicólogos en España: se trata de la técnica 3-2-1, la cual podría salvar la relación y que solo llevará 6 minutos por turno.

La comunicación es una de las bases para una buena relación de pareja. (Foto: Adobe Stock)
La comunicación es una de las bases para una buena relación de pareja. (Foto: Adobe Stock)
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Una comunicación eficaz no solo construye conexiones, sino que también fomenta la cercanía entre las personas, fortalece vínculos y facilita un conocimiento más profundo mutuo. Además, contribuye a prevenir malentendidos y situaciones problemáticas. Para todo ello y sobre la búsqueda de relaciones positivas y sanas, el psicólogo Lawrence J. Cohen sugiere la aplicación de la técnica 3-2-1: un método rápido y eficaz para cultivar la felicidad, el respeto y la estabilidad, elementos fundamentales para construir relaciones que verdaderamente añadan valor a nuestra vida.

Qué es y cómo funciona la técnica 3-2-1 para salvar las relaciones de pareja

Esta técnica se centra en mejorar la forma en que nos comunicamos y escuchamos y para aplicarla tendremos que tener en cuenta algunos pasos sencillos que podremos poner en práctica en esos 6 minutos que toquen por turno:

  • 3 minutos para expresarse y escuchar. En el primer paso, se elige quién hablará primero y se establece un temporizador para marcar 3 minutos, durante los cuales la otra persona debe permanecer en silencio y escuchar con atención. Durante este tiempo, la persona que habla tiene la oportunidad de expresar todo lo que quiera o necesite, finalizando al término de esos 3 minutos.
  • 2 minutos para reflexionar. La persona que estuvo escuchando toma 2 minutos para reflexionar sobre lo escuchado, procesar las palabras de la otra persona y tratar de comprenderlas. En este proceso de reflexión, se comparten palabras clave o frases que están conectadas con lo expresado, demostrando así que se ha escuchado y comprendido, sin juzgar ni intentar responder de inmediato.
  • 1 minuto de respuesta. Posteriormente, sigue un minuto de respuesta, donde la persona que inició la conversación busca responder a las reflexiones de quien estuvo escuchando. Durante este minuto, no se deben introducir nuevos temas; en cambio, se mantiene el enfoque en los temas planteados inicialmente, adoptando un enfoque constructivo para complementar las reflexiones del otro y abordar posibles malentendidos.
  • Cambio de roles. Al concluir los 6 minutos, se produce un cambio de roles, donde la persona que habló primero ahora asume el rol de oyente, permitiendo que la otra tenga su oportunidad para expresar sus pensamientos, preocupaciones, dudas o cualquier otro tema que desee compartir.

Beneficios de la técnica 3-2-1

La técnica 3-2-1 es una herramienta eficaz para fomentar la escucha mutua y facilitar la expresión de ideas de manera constructiva. Esta metodología no solo nos enseña a comunicarnos de manera eficiente, sino que también aparta a un lado la tendencia a interrumpir durante las conversaciones, contribuyendo así a una comunicación más efectiva y respetuosa.

A diferencia de las conversaciones habituales, donde la escucha real es escasa y se recurre a repeticiones y elevaciones de volumen en un intento de ser escuchados, la técnica 3-2-1 ofrece un espacio designado tanto para hablar como para escuchar. Este enfoque permite abordar de manera más efectiva los problemas, buscar soluciones conjuntas y evitar que las conversaciones se conviertan en conflictos o batallas verbales poco constructivas.

Fuente: ConBienestar