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Los tres pilares para el cuidado de la piel durante el embarazo


Publicada: 2023-03-14 11:12:06

Hay que evitar exfoliarla o cepillarla. Además, hay que prestar atención a manchas y estrías.
Mientras se transita el embarazo, se producen cambios fisiológicos que son fenómenos normales y no requieren tratamiento, a la vez que también pueden aparecer dermatosis específicas o se exacerban las que teníamos. Conocer mejor a nuestra piel y cuidarla para el bienestar es clave para sentirnos bien con nosotras mismas y, en definitiva, con nuestra autoestima.

“Durante la gestación y el puerperio -especialmente si la mujer amamanta- se producen modificaciones en los ritmos de secreción hormonal, el metabolismo, la inmunidad y el funcionamiento de los vasos sanguíneos. Esto conlleva cambios en todo el organismo y la piel no se encuentra exenta”, señaló la médica especialista en estética María Julia de la Torre (M.N 167.527).

La protección solar es fundamental durante el embarazo. (Foto: Adobe Stock)
La protección solar es fundamental durante el embarazo. (Foto: Adobe Stock)
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Al hablar acerca de los cambios, expresó: “No todos son necesariamente negativos, pero en la consulta, son los más frecuentes. En el curso de la gestación, suceden cambios fisiológicos que son fenómenos normales y no requieren tratamiento. También pueden aparecer dermatosis específicas o que se exacerben las que teníamos”.

“Los cambios fisiológicos, es decir, los cambios esperables y que no se consideran enfermedades son los que obedecen mayormente a los incrementos de algunas hormonas, por ejemplo, los estrógenos y progestágenos, en muchas gestantes. Esto conlleva que la piel se vea más lisa, hidratada y suave y que mejore la apariencia, incluso, del cabello. Sin embargo, hasta el 90% de las mujeres puede experimentar algún otro cambio que la afecte negativamente”, especificó la doctora.

Qué es el melasma

“En el embarazo, muchas veces aparecen manchas en la piel, sobre todo a nivel del rostro. El melasma, también conocido como cloasma, se lleva el podio como motivo de consulta”, dijo De la Torre. “Me gusta definirlo como una condición de la piel, que se caracteriza porque, en algunos sectores del rostro, sobre todo en nuestros fototipos latinos, las células que generan melanina (que es el pigmento de nuestra piel), se estimulan y producen mayores cantidades. Esto genera la aparición de manchas amarronadas, generalmente simétricas”.

La doctora explicó: “Es indispensable la consulta médica si vamos a realizar un tratamiento en gestación o en la lactancia. Además, existen fármacos que indicamos en otras etapas, como por ejemplo, la hidroquinona o los retinoides, que no deben emplearse en el embarazo o la lactancia”.

En cuanto a si existe algún tratamiento médico más específico si ya tenemos las manchas y estamos gestando, De la Torre dijo: “Son tratamientos tópicos. No empleamos láser ni luz pulsada. Lo más importante es tener paciencia: sabemos que verse el rostro manchado tiene implicancia en nuestra salud emocional. Debemos focalizar en que en muchas gestantes, las manchas se aclaran en el año siguiente a dar a luz y en otras al finalizar la lactancia. El melasma es una condición compleja pero que puede tratarse, y pasado el embarazo y la lactancia, se abre un nuevo abanico de posibilidades terapéuticas.

Tratamiento para la piel: los 3 pilares

El tratamiento de la piel para evitar la aparición de las manchas y favorecer que no progresen consiste en tres pilares:

  1. Evitar la exposición solar directa. No exponerse al sol de 10.00 a 16.00. Emplear prendas anti UV (sombreros, remeras y anteojos). Usar siempre protección solar 50 o más y renovarla cada dos o tres horas. Recomendamos especialmente protectores solares con color en personas con melasma.
  2. Evitar exfoliar, rasquetear, cepillar. Todo lo que hagamos con la intención de remover células de la epidermis de forma abrasiva, generará inflamación y empeorará el cuadro.
  3. Jamás acudir a remedios caseros como jugo de limón, bicarbonato u otras sustancias que circulan en el imaginario de internet.

Otros cambios que pueden aparecer en la piel y las estrías

La especialista dijo: “Es frecuente que se pigmenten las areolas, pezones, la región genital y la línea alba (que recorre el centro del abdomen en forma vertical). Las hormonas también pueden influir en los folículos pilosos, y pueden aumentar el vello; mayormente en rostro, espalda, brazos, línea alba y piernas”.

Además, añadió: “Las glándulas de la piel se ven afectadas en su actividad. Por eso, puede ocurrir que los cuadros de acné empeoren o, todo lo contrario, mejoren, sumado a que pueden aparecer arañitas. También existen enfermedades que requieren tratamiento y seguimiento especial, por eso la consulta médica es fundamental”.

La aparición de estrías, uno de los cambios en la piel durante el embarazo. (Foto: Adobe stock)
La aparición de estrías, uno de los cambios en la piel durante el embarazo. (Foto: Adobe stock)
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“Las estrías se observan mayormente hacia el tercer trimestre del embarazo, que es durante el que ocurre la mayor ganancia de peso y el mayor estiramiento dérmico y, además, se suma el aumento de la actividad hormonal adrenocortical, sumado a que las capas profundas de la piel no tienen capacidad de regenerarse. Ante un aumento de su tensión, sufren desgarros, que luego cicatrizan y dejarán como resultados trayectos fibrosos que conocemos con el nombre de estrías”, indicó.

Fuente: Conbienestar