«Por algunos casos que hubo en China de mujeres infectadas que parieron justo en la epidemia sabemos que los bebés no se vieron afectados y pasaron muy bien esos primeros días. La lactancia se pudo sostener y se debe seguir sosteniendo, porque es la única forma de pasarles anticuerpos protectores a los recién nacidos», justifica ante Con Bienestar la pediatra y neonatóloga María José Fattore (M.N. 97.813), directora del Centro de Desarrollo Infantil y Estimulación Temprana «El Nido», una institución municipal de San Isidro.
Desde la OMS señalan que no existe evidencia de que una mujer pueda trasmitir el virus durante el embarazo o el parto y que, por ahora, no se detectó la presencia del microorganismo en muestras de líquido amniótico o de leche materna.
La entidad recordó además que todas las mujeres, aún las contagiadas de COVID-19, tienen derecho a recibir atención de alta calidad antes, durante y después del parto. Esto incluye atención de salud prenatal, neonatal, postnatal, intraparto y mental.
Para las madres que ya se encuentran en la lactancia, la OMS recomienda tomar las siguientes medidas de precaución:
– Lavarse las manos antes de tener contacto con el bebé.
– Usar barbijo durante el tiempo que se amamante al bebé, con el fin de no transmitir gotas de saliva.
– Desinfectar mamaderas, extractor de leche y otros elementos con los que tenga contacto directo el bebé.
– Limpiar constantemente las superficies cercanas al lugar de lactancia.
«Por sobre todas las cosas es importante mantener ese vínculo de los primeros meses, que es tan importante en esta época pandemia. Es clave fortalecer al bebé dentro de la familia. Aunque llegó en un momento caótico, hay que respetar siempre la cuarentena», remarca Fattore.
La lactancia materna es clave no solo por sus propiedades nutricionales, sino también por su capacidad de modular la respuesta inmunológica.
Si se tienen en cuenta las experiencias de epidemias previas, como fue el caso de la Gripe A, la Gripe Aviar, infecciones producidas por otros tipos de coronavirus como el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS-CoV) y Síndrome Respiratorio Agudo de Medio Oriente (MERS-CoV), jamás se pudo demostrar la presencia del virus en la leche materna.
Fuente: ConBienestar