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No es “ghosting” pero casi: qué es el “orbiting” y cómo afrontarlo


Publicada: 2024-08-08 09:00:13

Puede tener un impacto significativo en la salud mental de quienes lo experimentan.
En un mundo donde podemos pasar muchos momentos entrelazados con lo digital, debemos conocer acerca de un fenómeno que afecta nuestras relaciones y salud mental, generando incertidumbre y ansiedad., Se trata del orbiting y, a diferencia del ghosting, donde la persona corta todo tipo de comunicación, orbitar deja un rastro confuso.

Imaginemos que hablamos hablabas con alguien, las cosas parecían ir bien y, de repente, esa persona desaparece de nuestra vida, salvo por un rastro digital persistente: vemos su nombre aparecer en las vistas de nuestras historias y sus “me gusta” en nuestras publicaciones, pero nunca una respuesta directa a nuestros mensajes.

El orbiting puede perjudicar nuestra salud. (Foto: Adobe Stock)
El orbiting puede perjudicar nuestra salud. (Foto: Adobe Stock)
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El orbiting es el acto de cortar la comunicación directa mientras se mantiene una vigilancia digital constante. El orbitador no responde a mensajes, llamadas o correos electrónicos, pero sigue interactuando de forma indirecta a través de las plataformas sociales. Este comportamiento crea una presencia fantasmagórica, donde la persona está y no está al mismo tiempo, orbitando alrededor de nuestra vida sin formar parte activa de ella.

El nombre fue acuñado a Anna Lovine, quien lo escribió en el blog The Man Repeller sobre este tipo de actitudes que observó en las redes sociales, mientras que Persia Lawson, experta en relaciones personales, dijo que muchos tienen ese tipo de actitudes hacen para mantener abiertas sus opciones. “Se trata de tener un pie adentro y el otro pie afuera. Es una manera de mostrarte, ‘Mirá, todavía estoy acá’, sin tener que estar dentro de una relación”, dijo.

Consecuencias emocionales de este comportamiento

Ser blanco de esta situación arrastra una serie de repercusiones psicológicas que afectan la calidad de vida de la persona, a la vez que desata sentimientos negativos y complica el proceso de superación de la ruptura. Entre algunas de sus principales consecuencias emocionales, se encuentran:

  • Confusión y ambigüedad. Estamos ante una forma de vigilancia que pone a la víctima en un estado de incertidumbre. La presencia constante del orbitador en las redes sociales, sin hablar directo, puede llevar a la persona afectada a preguntarse sobre sus intenciones y sentimientos. Esta ambigüedad resulta ser mentalmente agotadora y dificulta cerrar el ciclo. Según una investigación de Journal of Social and Personal Relationships, cuando alguien sufre de ghosting o le orbitan, vive cuatro etapas de reacción: sorpresa y confusión; ira, tristeza y culpa; intentos de reparar la relación y, por último, aceptación.
  • Ansiedad. La falta de claridad y las señales mixtas tienden a aumentar los niveles de ansiedad en la víctima. Saber que el orbitador está observando sus actividades digitales quizás hace que la persona se sienta monitoreada y bajo presión constante. Y esto puede provocar una ansiedad generalizada.
  • Baja autoestima. Debido a la falta de comunicación en sí, combinada con la continua observación digital, la persona tal vez se siente mal consigo misma o no digna de una explicación y una conversación directa.
  • Dificultad para superar la relación. La presencia frecuente del orbitador en la vida digital de la víctima ralentiza la superación de la relación. Es posible que cada “me gusta” o visualización de una historia reabra heridas emocionales y prolongue el dolor del rompimiento.
  • Sentimientos de rechazo. Aunque el orbitador sigue presente de manera digital, la falta de interacción directa es sentida por la víctima como un rechazo, y muy doloroso porque no es absoluto, sino que está lleno de señales contradictorias.

Estrategias para afrontar el orbiting

El impacto emocional significativo de esta actitud depende de cada caso, pero hay varias estrategias que útiles para manejar tal experiencia de manera efectiva:

  • Busca apoyo: hablar con amigos cercanos o familiares de confianza sobre lo que experimentamos. Expresar sentimientos y preocupaciones proporciona perspectivas útiles para manejar la situación.
  • Priorizar la comunicación directa:si lo consideramos necesario, comunicarnos con el orbitador para establecer límites claros o expresar cómo nos sentimos. Esto puede ayudarnos a obtener claridad y darle un cierre emocional.
  • Aprender de la experiencia:reflexionar sobre lo aprendido. Identificar qué aspectos de nuestras relaciones personales valoramos más y qué señales de alerta podemos reconocer en el futuro para resguardar la salud emocional.
  • Fomentar el autocuidado:dedicar tiempo a actividades que nos hagan sentir bien. Realizar ejercicio físico, aprender a meditar, practicar los hobbies que disfrutemos y asegurarnos de mantener una rutina de sueño y alimentación saludable.
  • Establecer límites digitales: considerar bloquear, ocultar o dejar de seguir al orbitador en las redes sociales para reducir la exposición a su presencia digital. Esto puede ayudar a disminuir la ansiedad al no estar expuesto a sus interacciones pasivas.

Fuente: ConBienestar