Para generar conciencia en la población, especialistas de todo el mundo buscan hacer visible esta enfermedad que, si se llegara a diagnosticar precozmente, puede ser tratada a tiempo. Una cardiopatía congénita es un cambio o desviación en la estructura y el funcionamiento del corazón debido a una malformación del mismo órgano o de los vasos sanguíneos cercanos, durante el desarrollo del feto en el embarazo.
“Algunas pueden ser simples y otras muy complejas, requiriendo cirugías incluso dentro del primer año de vida”, explica la doctora Eugenia Olivetti, médica pediatra especialista en cardiología infantil del Servicio de Cardiología del Hospital Juan Pedro Garrahan y Coordinadora del Centro Coordinador de Cardiopatías Congénitas.
Entre seis y siete mil bebés nacen por año en Argentina con esta malformación (Foto: Shutterstock)
Este tipo de afección puede debilitar considerablemente el sistema cardiopulmonar de los bebés, lo que conlleva a que se expongan a severas infecciones respiratorias como virus sincicial respiratorio (enfermedad respiratoria que afecta las vías aéreas inferiores), virus influenza, neumococo, bordetella pertussis y otros agentes infecciosos.
Sobre las enfermedades respiratorias
Algunos chicos con cardiopatías son pacientes de alto riesgo frente a este tipo de enfermedades. Para reducir la exposición a los virus, es esencial el lavado frecuente de manos, especialmente, antes y después de estar en contacto con ellos. En época invernal, por ejemplo, se sugiere restringir las visitas y salidas para evitar el contacto con los virus que pueden hallarse en el ambiente en esa época del año.
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) recomienda cumplir con el esquema completo de inmunización pasiva, un tipo específico de anticuerpo que actúa como “escudo” para la protección de la población más vulnerable. “Los infantes de riesgo son los que tienen cardiopatías congénitas, así como los nacidos prematuros de bajo peso o con ciertas afecciones pulmonares”, agrega Olivetti. Ellos poseen un riesgo de entre cuatro a cinco veces mayor de hospitalización por infección respecto a aquellos que están sanos.
Algunos síntomas propios de esta enfermedad son:
– mucosidad nasal
– tos
– catarro
– respiración acelerada o ruidosa con silbidos.
Los nenes con bronquiolitis se agitan fácilmente y al respirar se les hunden las costillas, además de que tienen dificultad para alimentarse, conciliar el sueño y presentan fiebre con temperatura mayor a los 38°C. “Los padres y/o cuidadores pueden detectar que el chico está agitado, no se alimenta como de costumbre, duerme más de lo habitual o escuchan algún ruidito raro cuando respiran. Estas son las pautas de alarma para realizar la consulta médica”, concluye la especialista
Medidas de prevención
Las infecciones respiratorias son muy peligrosas y es importante reducir la exposición del bebé al virus sincicial respiratorio (VSR). Los expertos recomiendan
. Lavarse bien las manos antes y después de estar en contacto con el chico
. Concurrir a los controles rutinarios del médico
. Cumplir con el calendario de vacunación y con las vacunas que determine el pediatra, tanto para el bebé como para quienes conviven con él.
. Ventilar los ambientes tanto de las casas como de los lugares de trabajo para reducir la posibilidad de que se reproduzcan virus y bacterias.
. Evitar la contaminación ambiental con humo cerca del chico (por ejemplo, el humo de cigarrillo).