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QUÉ MEDICAMENTOS SE PUEDEN TOMAR ANTE LOS POSIBLES EFECTOS SECUNDARIOS DE LAS VACUNAS CONTRA EL CORONAVIRUS
Publicada: 2021-06-24 14:40:24
Tanto el ibuprofeno como el paracetamol son eficaces para bajar la temperatura corporal, quitar los dolores musculares y articulares, así como otros malestares generales. Un especialista explica sus beneficios y a qué señales hay que prestarles atención tras la inoculación.
Luego de un año y medio del comienzo de la pandemia, el miedo a contagiarse, la incertidumbre generalizada y la pérdida de familiares, allegados y conocidos por el coronavirus, vacunarse contra el SARS-CoV-2 se convirtió en un motivo para celebrar. Sin embargo, una minoría de personas presenta algunos efectos adversos, normales y leves, que son comunes tras inocularse.
Con Bienestar habló al respecto con Gabriel Olarte (M.N. 100.186), médico especialista en Terapia Intensiva y Medicina Crítica, y experto en tratamiento del dolor del Instituto Alexander Fleming, que detalló cuáles son los síntomas normales y anormales tras ser inoculados con cualquiera de las drogas anti covid. En ese sentido, el especialista, precisó: “Los posibles efectos secundarios que puede producir cualquiera de las vacunas contra el coronavirus son malestar general, febrícula o fiebre, dolores musculares generalizados, dolores articulares (lo que se llama artralgia), cefalea y decaimiento general. Lo importante a tener en cuenta es que estos duran aproximadamente entre 48 y 72 horas. En caso de que persistan, es necesario consultar con un médico. La vacunación no produce síntomas como tos o falta de aire que sí son signos de la enfermedad. Por eso, ante esos dos últimos cuadros, se debe acudir a un hospital o centro de salud”.
En referencia a cómo y con qué medicamentos se deben tratar los posibles malestares post vacuna, Olarte explicó que tanto el ibuprofeno como el paracetamol son dos excelentes analgésicos. Ambos son analgésicos y antifebriles, pero el ibuprofeno también tiene la propiedad antiinflamatoria: “Ante los síntomas que puedan tener las personas luego de la vacunación como malestar o fiebre, se recomiendan antitérmicos, ya sea paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos de venta libre como ibuprofeno o diclofenac. Si hay hinchazón en el lugar donde se aplicó la vacuna, se pueden aplicar paños fríos en la zona. En general, estos analgésicos de venta libre se pueden tomar de forma segura durante las primeras 48 y 72 horas después de la inoculación. Si persisten los síntomas, el paciente debe consultar con un médico”, reiteró.
La realidad es que ante la aparición de efectos secundarios luego de la aplicación de la vacuna contra el covid, las personas suelen hacerse muchas preguntas como “¿Será coronavirus?”, e inmediatamente después, surge la duda sobre qué se puede tomar para tratar la fiebre o el dolor. “¿Será seguro?” “¿Estaré poniendo en riesgo mi salud?”. Afortunadamente, la ciencia hoy responde a esos interrogantes. Si bien siempre es conveniente consultarle a un médico, es importante saber que tanto el ibuprofeno como el paracetamol son dos excelentes analgésicos y ninguno de los dos genera efectos negativos como tampoco tiene la capacidad de tapar los signos de la enfermedad. Ambos son muy efectivos y seguros para paliar los posibles malestares.
El brote de la enfermedad por coronavirus ha producido miedo e incertidumbre. La incapacidad de predecir la evolución de la pandemia arroja numerosos interrogantes entre ellos el uso de los antiinflamatorios al momento de presentar síntomas de la enfermad o luego de la tan ansiada vacunación. Para ambos casos, la ciencia confirma la seguridad del ibuprofeno para calmar las distintas molestias y sin ningún efecto negativo.
De hecho, estudios científicos avalados por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS) confirman y respaldan que el uso del ibuprofeno no está asociado con una mayor mortalidad o empeoramiento de síntomas entre los pacientes con COVID-19, reivindicando su rol de analgésico, antifebril y antiinflamatorio que alivia rápidamente dolores corporales intensos.
En esa línea, Olarte explicó:“El paracetamol es un buen antipirético (baja la temperatura corporal), ayuda a controlar el malestar general o los dolores corporales, pero su poder antiinflamatorio es tan bajo que no funciona como tal. En cambio, el ibuprofeno es un fármaco que tiene las tres propiedades que un médico busca en este grupo de analgésicos que se llaman antiinflamatorios no esteroideos: es antipirético, analgésico y antiinflamatorio. Igualmente, ambos fármacos son buenos para bajar la temperatura y calmar los dolores corporales”.
No obstante, y pese a las propiedades específicas de cada uno, ninguno de los dos presenta grandes contraindicaciones. Al respecto, el especialista aclaró: “Eso es siempre y cuando se ingieran por períodos cortos. A largo plazo y en dosis altas o con su uso prolongado, los antiinflamatorios pueden producir trastornos gastrointestinales como gastritis, acidez, etcétera, aunque no son frecuentes. Ambas drogas son muy seguras”.
Además, añadió: “Tanto el ibuprofeno como el paracetamol pueden ser usados por personas con comorbilidades, pero siempre teniendo en cuenta qué patología presenta el paciente. Por ejemplo, para aquellos que están anticoagulados con determinadas drogas, con insuficiencia renal o monorrenos, no es recomendable que utilicen el ibuprofeno (excepto bajo supervisión médica), pero sí paracetamol. En aquellos con alteraciones en la función hepática en forma crónica, no es tan recomendable la utilización del paracetamol. Pero, para la gran mayoría de las comorbilidades como hipertensión arterial, diabetes, asma, etcétera, ambas drogas son seguras siempre y cuando se las utilice en un período corto de tiempo o bajo control médico en el caso de su uso prolongado. En general, para los síntomas post vacunación, se puede recurrir a ambas drogas de manera muy segura”.
Recomendaciones post vacunación
Hacer reposo durante las primeras 24/48 horas.
No alarmarse en caso de sentir dolor muscular, articular o fiebre. Tomar ibuprofeno de 400 mg cada 8 o 12 horas durante dos días. También, se puede ingerir paracetamol -hasta 1 gramo cada 8 horas- durante dos o tres días. Los síntomas deberían remitir tras la ingesta de esos medicamentos.
En caso de que los síntomas persistan, acudir a un médico.
Tener en cuenta que la fiebre persistente, la tos y la falta de aire no son síntomas de la vacunación, sino de la enfermedad. Ante la presencia de estos, dirigirse a un hospital o centro de salud.
Evidencia científica sobre la eficacia de estos medicamentos
El estudio más reciente fue realizado con 78.674 pacientes en 255 centros de salud en Inglaterra, Escocia y Gales. La investigación buscó caracterizar la seguridad de los AINE (antiinflamatorios no esteroideos) e identificar si el uso preexistente se asoció con una mayor gravedad de la enfermedad por SARS-CoV-2. La evidencia demostró que los AINE no están asociados con peores resultados de COVID-19, y sin embargo, en muchos casos ayudaron a la buena evolución de la enfermedad. Con la llegada de las vacunas, surgió otra duda: “¿Cómo actúan el ibuprofeno y otros AINES frente a los efectos secundarios de la inoculación?” Aunque estos son leves como inflamación en la zona del pinchazo o fiebre, el ibuprofeno sería una buena opción por su efecto antinflamatorio, mientras que el paracetamol solo interviene como analgésico y antifebril.
Al respecto, Silvina Brienza médica clínica del Hospital Italiano, señaló: “Tanto el ibuprofeno como el paracetamol se consideran medicamentos seguros si se usan en las dosis y los períodos de tiempo recomendados. A la hora de inclinarnos por uno u otro, una de las claves puede ser la inflamación y la intensidad del dolor. En caso de que esta exista y el dolor sea moderado, puede ser preferible tomar ibuprofeno. En caso contrario, el paracetamol sería el indicado”.
A su vez, explicó que el ibuprofeno puede ser consumido por adultos mayores de 65 años y es “una excelente opción para contrarrestar los efectos secundarios post vacunación por su poder antifebril y antinflamatorio”. De todos modos, siempre se aconseja consultar al médico de cabecera antes de consumir cualquier medicamento.