Seleccionar página

Una singular iniciativa propone eliminar los alimentos con sellos de los menús de las escuelas públicas


Publicada: 2025-06-26 09:00:42

Una red de colegios logró reemplazar productos envasados por comidas caseras, sin exceso de sal, azúcar ni grasas. Buscan extender la idea a más instituciones.
Una alimentación equilibrada desde la infancia no solo previene enfermedades a futuro: también educa, forma hábitos y mejora la calidad de vida. Bajo esa premisa, una red de escuelas públicas tomó una decisión: eliminar los alimentos ultraprocesados de los menús escolares y reemplazarlos por comidas caseras, nutritivas y sin sellos de advertencia.

La propuesta va más allá de un cambio de menú: es una política integral de salud pública enfocada en la niñez. Todas las comidas se elaboran dentro de las instituciones educativas, con personal capacitado, ingredientes frescos y en cocinas equipadas para garantizar un servicio de calidad.

Alimentación que educa y previene

El objetivo es claro: ofrecer a los chicos y chicas de nivel inicial y primario una alimentación saludable, nutritiva y libre de ultraprocesados, mientras se trabaja junto a los familias para instalar hábitos alimentarios positivos que perduren en el tiempo.

El programa se aplica en toda la red de escuelas y jardines municipales en Vicente López. “Hacemos promoción de la alimentación saludable y brindamos comida libre de sellos a todos nuestros alumnos. Lo que buscamos es mejorar la salud de los niños, prevenir enfermedades a largo plazo y que aprendan y creen hábitos dentro de la escuela”, explicó Lucrecia Videla, nutricionista del equipo del programa.

Comer sano también se aprende: docentes, alumnos y familias forman parte de este cambio positivo.
Comer sano también se aprende: docentes, alumnos y familias forman parte de este cambio positivo.
.

A través de talleres, charlas y actividades cotidianas, se involucra a toda la comunidad educativa en este cambio cultural: docentes, auxiliares, alumnos y familias participan del proceso. No se trata solo de lo que se sirve en el plato, sino de entender por qué y cómo comer mejor.

Obras concretas para acompañar el cambio

Una de las escuelas participantes construyó un comedor nuevo para más de 120 alumnos, con instalaciones pensadas especialmente para acompañar el cambio alimentario. Esto no solo mejora la calidad nutricional, sino también la experiencia de comer en comunidad y de aprender, a través del ejemplo, qué significa alimentarse bien.

Este cambio evita depender de productos preelaborados y permite controlar directamente qué ingredientes se usan y cómo se cocinan, reforzando la transparencia y el valor nutricional de cada comida.

Una iniciativa que busca contagiarse

Este tipo de programas tiene impacto inmediato en la salud, el rendimiento y el bienestar de los estudiantes, pero también deja huella en los hábitos, el vínculo con la comida y la forma de entender el cuidado del cuerpo.

Fuente: ConBienestar