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Los robots de Goggo Network llegan a España para repartir a domicilio


Publicada: 2022-11-11 12:00:31

La compañía se llama Goggo Network y su nueva propuesta tecnológica consiste en completar el proceso de reparto a domicilio que llevan a cabo los comercios. Para ello, acaba de presentar todo un equipo de robots autónomos que ya se ocupan de trasladar productos desde las tiendas hasta los hogares de los destinatarios.
Después de tramitar la licencia oportuna y de superar varios meses de pruebas, la primera empresa en beneficiarse de esta iniciativa ha sido un supermercado de la marca Dia situado en Alcobendas, al norte de Madrid.

Este precursor establecimiento ha comenzado a usar los robots con su clientela, haciéndolo además en itinerarios especialmente concurridos para demostrar así la eficacia del proyecto. Cada uno de estos repartidores robotizados se desplaza por las aceras sobre cuatro ruedas y a una velocidad de cinco kilómetros por hora, como cualquier peatón. Asimismo, dispone de un habitáculo de almacenamiento con capacidad para albergar hasta tres o cuatro bolsas y poder transportar de esta manera los pedidos realizados por el cliente. La decisión de la marca Dia ha comenzado a contagiarse y Goggo Network ya negocia con una segunda empresa, Telepizza, para ofrecerle los mismos servicios.

En España no se conoce una experiencia previa como esta, que además es fruto de una intensa fase de desarrollo repleta de estudios, verificaciones y ensayos. La compañía responsable ha conseguido sacar adelante esta idea después mapear todo el callejero de Alcobendas, donde en el mes de julio se puso en marcha la prueba piloto. Toda vez que ese proceso concluyó y se superaron los oportunos test de seguridad, el Ayuntamiento de la localidad madrileña dio el visto bueno para poner los robots en circulación, convirtiéndose este en uno de los pocos consistorios europeos en promover esta figura de reparto.

La seguridad, un elemento indispensable

Para activar un pedido en el que estén implicadas estas máquinas, el usuario puede hacerlo directamente desde la app o a través del portal web de la tienda seleccionada. En ambos casos, el cliente cuenta con la garantía de que sus datos personales estarán protegidos en todo momento, puesto que el software empleado para registrar la información bancaria en la pasarela de pago es el mismo que utilizan en internet las entidades bancarias y las plataformas de juegos de azar, grandes referencias en este campo.

En el primero de los casos, los bancos de nueva generación se han convertido en verdaderos expertos a la hora de encriptar los números de cuenta y las contraseñas de sus clientes, manteniendo toda esta información sensible a salvo de la amenaza de los hackers. La herramienta informática que suelen emplear para ello es el conocido como certificado SSL (Secure socket layer), cuya función es la de ocultar por medio de un algoritmo todo el contenido privado que viaja desde la web hasta el servidor.

Algo similar ocurre con los entornos virtuales dedicados al juego, que reservan importantes partidas presupuestarias para invertir en ciberseguridad. En este caso, el objetivo primordial de un casino online fiable en España no es otro que el de extremar toda precaución para impedir que en su página web se produzcan delitos de suplantación de perfiles. En este sentido, la industria del juego acostumbra a hacer uso del denominado sistema KYC (Know your customer), un protocolo telemático de verificación de identidad que se encarga de certificar que la persona que intenta acceder a una cuenta es realmente quien dice ser. Esta deberá presentar toda la documentación que el casino solicite, y tendrá que someterse a diversos test de carácter biométrico, como el de reconocimiento facial o el de escaneo de huellas dactilares, si fuera necesario.

Movimiento y autonomía

En cuanto el cliente confirma una compra, el robot lleva a cabo dos recorridos: uno hasta el establecimiento proveedor, donde sus empleados cargan los productos en el habitáculo; y otro hasta el domicilio del consumidor para completar la entrega. Desde el centro de Alcobendas, los repartidores de Goggo están diseñados para trabajar en un radio de acción de un par de kilómetros cuadrados, con una flota inicial de cinco robots y con la posibilidad de llegar a la veintena, todos ellos completamente eléctricos y con un peso de alrededor de cincuenta kilos.

Otra de las particularidades de estos robots es que pueden moverse de forma autónoma o por teledirección, siempre dependiendo de cuáles sean las exigencias. El resto de atributos tampoco defrauda, y es que los autómatas cuentan con un gran número de cámaras y sensores que les facilitan la tarea de reconocer el espacio en tiempo real y les permiten tener un campo visual de 360 grados para detectar obstáculos.

Por lo que respecta a la autonomía, cada uno de estos repartidores puede estar en funcionamiento de cinco a doce horas seguidas, aunque esto es algo que dependerá del modelo elegido. Un valor añadido en este aspecto es que, antes de que se le acabe la batería, el robot es capaz de retornar hasta la central para recargar energía y volver al trabajo.

La responsable del departamento de Asuntos Exteriores de Goggo Network, Sara Nicolás, aclara que el papel que desempeñan estas máquinas es prácticamente el mismo que el de un repartidor tradicional, aunque admite un pequeño inconveniente: los robots no suben escaleras. Por lo tanto, los compradores que no viven en una planta cero se ven obligados a bajar al portal para recoger su pedido.

Por el momento, Goggo Network no ha querido aportar datos sobre la inversión que lleva aparejada este nuevo concepto de reparto. Ahora bien, la compañía expone que esta idea de negocio empezará a ser rentable en cuanto haya más de setenta autómatas en circulación. La pretensión ahora pasa por ampliar el número de comercios y ciudades que quieran adherirse a esta iniciativa.