Por el otro lado, están las de “interés”, que son aquellas más leves, pero que siguen siendo estudiadas por los científicos. En esta categoría, entran aquellas cuyo genoma presenta mutaciones en comparación al virus original y cuando ha sido identificada como causa de transmisión comunitaria. Una de ellas es la Lambda, conocida como variante andina (C.37), que fue detectada por primera vez en agosto de 2020, en Perú, y que se extendió a 29 países.
A modo de dejar de asociar a las variantes con ciertos países, la OMS decidió renombrarlas con letras del alfabeto griego. Al respecto, Maria Van Kerkhove, líder técnica de COVID-19 de la OMS, le dijo a la BBC: “Ningún país debe ser estigmatizado por detectar y reportar variantes”. Por su parte, Wendy Barclay, viróloga del Imperial College de Londres, señaló: “Estamos en una fase realmente interesante, intermedia y algo impredecible. Es difícil saber cómo se desarrollará el coronavirus dentro de un año” y si habrá o no nuevas variantes.
Variantes de preocupación (VOC)
- Alpha (B.1.1.7, de Inglaterra)
- Beta (B.1.351, de Sudáfrica)
- Gamma (P.1, de Manaos, Brasil)
- Delta (B.1.617.2, de la India)
Variantes de interés (VOI)
- Epsilon (B.1.427 / B.1.429, de Estados Unidos)
- Zeta (P.2, de Brasil)
- Eta (B.1.525, de varios países)
- Theta (P.3, de Filipinas)
- Iota (B.1.526, de Estados Unidos)
- Kappa (B.1.617.1, de la India)
- Lambda (C.37, de Perú)
¿Cómo muta el COVID-19?
Cuantos más contagios hay, más se propaga el virus y más chances tiene de mutar. Algunas mutaciones llevan a nuevas variantes, más contagiosas, letales y resistentes a las vacunas. Las variantes sufren cambios en la proteína espiga (S), lo que facilita que el virus entre más rápido en las células. Al respecto, un informe de Nature explicó: “Las variantes son complicadas. Cada una está conformada por una colección de mutaciones que tienen la potencial capacidad de cambiar la versión original del SARS-CoV-2”.
¿Qué dicen los expertos cuando hablan de variantes y eso qué puede significar para el futuro de la pandemia? “Los virus se multiplican copiando sus genomas una y otra vez. Pero, como una vieja fotocopiadora, esas copias no siempre son perfectas. Cada una de esas copias imperfectas son una variante. Normalmente, las imperfecciones de la mutación no cambian el modo en el que el virus se comporta y hasta pueden ser menos exitosas que la versión original. Sin embargo, y muy raramente, las mutaciones pueden cambiar al virus de una manera muy importante. Se puede volver más infeccioso y capaz de evitar al sistema inmunológico y hasta a las vacunas. Cuanto más se reproduce el virus, más posibilidades tiene de acumular estas raras mutaciones, lo que hace que se propague más rápidamente entre las poblaciones y lo vuelve más resistente al sistema inmunológico humano”, sostuvieron los científicos. En ese sentido, explicaron: “Cuando eso sucede, es cuando los especialistas hablan de ´variante de preocupación´, como aquellas detectadas en Sudáfrica, Inglaterra, Brasil y en la India”.
Por meses, los científicos han estado estudiando (y lo siguen haciendo) qué es lo que ha cambiado en estas variantes y qué significan esos cambios, ya que la expansión del virus no necesariamente indica que tenga una ventajosa mutación. Por ejemplo, un pequeño grupo de personas puede mover una variante de una región a otra -como sucede con los turistas-, y esas variantes pueden expandirse en la nueva locación, aunque no siempre generan un cambio significativo en la biología del virus. A eso se le llama ´el efecto fundador´.
Fuente: conbienestar