Seleccionar página

Cómo saber si padecés la fobia que te impide confiar en los demás


Publicada: 2024-01-25 09:00:50

Se trata de un trastorno que es más común de lo que se cree y que afecta a las relaciones sociales, sentimentales y al estado de ánimo.
Las relaciones son fundamentales para mejorar nuestra calidad de vida porque el apoyo social amortigua emociones negativas como la ansiedad, la tristeza o el estrés. Pero para que las relaciones sociales vayan bien, es importante comunicarnos con los demás expresando nuestros deseos, necesidades e inquietudes y para ello no solo necesitamos tener confianza en nosotros mismos, sino también en los otros.

 

Sin embargo, algunas personas tienen dificultades para comunicarse. A primera vista, esto podría explicarse por una respuesta de ansiedad social, pero hay personas que no sufren ansiedad o miedo a la opinión que los otros puedan tener de ellos y, aun así, les cuesta comunicarse. Esto se debe en muchos casos a una desconfianza hacia los demás que recibe el nombre de pistantrofobia, señaló Vanesa Fernández López, psicóloga española, especialista en emociones.

El miedo a confiar en los demás puede complicar para tener una relación de pareja.(Foto: Adobe Stock)
El miedo a confiar en los demás puede complicar para tener una relación de pareja.(Foto: Adobe Stock)
.

La pistantrofobia es un miedo irracional e intenso a confiar en los demás o a abrirnos en las relaciones sociales. Como todo tipo de fobia, cursa con un elevado nivel de ansiedad, que en este caso hace que cada vez que el afectado se ve obligado a confiar en otra persona experimente muchísimo malestar e inquietud. En otras ocasiones, evita mantener relaciones sociales estrechas en las que tenga que abrirse o confiar, por lo que se muestra como un individuo distante y poco comunicativo y ofrece una imagen fría o antipática. Esta respuesta de evitación es la más frecuente.

Perfil de las personas a las que les cuesta confiar en otros

Este problema aparece en diferentes ámbitos sociales, pero se hace más notable en las relaciones de pareja, donde su interferencia es mayor. Una persona con pistantrofobia presenta las siguientes características:

  • Intenta no profundizar en las relaciones y, cuando esto ocurre, se aleja o pone distancia.
  • Espera poco de los demás.
  • Piensa frecuentemente que, si confía en los demás, estos pueden traicionarla o decepcionarla.
  • Le incomoda el compromiso en las relaciones, por lo que lo evita tanto con amigos como con parejas.
  • Habla poco de sus gustos, preferencias, aspectos privados, etcétera, como forma de protección para evitar que los demás lleguen a conocerla.
  • Su comunicación no verbal es distante e, incluso, muestra una conducta de rechazo social, mantiene la distancia personal, se ríe poco, sus gestos son rígidos, se cruza de brazos y, a menudo, no mira al otro.
  • Se siente incómoda cuando se le pregunta por aspectos personales, por lo que responde de forma breve o evita responder.
  • Sus conversaciones pueden ser o no interesantes, pero versan sobre temas que no sean personales.
  • Tiene miedo a ser rechazada.

Consecuencias de la pistantrofobia en las relaciones

Tener cierto cuidado con las relaciones sociales y no abrirnos a la primera ante cualquier persona se considera normal y adaptativo, ya que nos ayuda a protegernos de potenciales malas intenciones y a evitar que se puedan aprovechar de nosotros. Sin embargo, cuando este miedo es irracional o demasiado intenso puede interferir significativamente en nuestras relaciones con los demás y generar un importante malestar emocional. Las principales consecuencias de la pistantrofobia se reflejan en las relaciones sociales, pero también a nivel emocional.

nivel social, el miedo irrefrenable a volver a confiar en los que nos rodean afecta de forma negativa a todas nuestras relaciones: sociales familiares, laborales y sentimentales. En el área de pareja es donde se ven más acentuadas las características y consecuencias de la pistantrofobia, ya que hace casi imposible mantener una relación sentimental por la falta de confianza que es indispensable en este tipo de relación.

Las relaciones sociales se basan en la circularidad: las personas se comportan con nosotros de una determinada manera como respuesta a cómo nos comportamos nosotros con ellas. De esta forma, es que, si le contamos a una persona nuestras inquietudes, esta hará lo mismo con nosotros creando así un clima de confianza entre ambos. Sin embargo, si una persona comienza a confiar en nosotros y no obtiene respuesta, la relación no evoluciona correctamente y acaba por bloquearse.

Por ello, las relaciones sociales de las personas que se resisten a confiar en los demás suelen ser pocas y distantes. No obstante, no todas las personas con pistantrofobia resultan antipáticas, sino que algunas pueden compensar ese distanciamiento con amabilidad y una sonrisa, pero sin profundizar en nada que tenga que ver con ellos, por lo que el distanciamiento o la forma de relación superficial es igualmente inevitable.

Causas de la pistantrofobia: por qué no confiamos en los demás

Las principales causas por las que a una persona le cuesta volver a confiar en los demás son:

  • Vivir situaciones en las que se produjo una enorme pérdida de confianza hacia otra persona que las ha traicionado, o se lo hizo a un ser muy querido, por ejemplo, uno de sus familiares a otro. Cuando esto ocurre en etapas sensibles para el desarrollo, como la niñez o la adolescencia, la pistantrofobia es más intensa.
  • Fracaso sentimental. Puede ser igualmente el origen del problema cuando el individuo se siente abandonado o decepcionado por su pareja. Algo similar puede suceder en una relación de amistad.
  • Experiencias traumáticas. El tipo de circunstancias que pueden desencadenar pistantrofobia generalmente se asocian a situaciones traumáticas que tienen lugar en periodos sensibles del desarrollo, o son provocadas por personas importantes para nosotros. Este tipo de episodios son las separación o divorcio de los padres, observar que los progenitores u otros miembros cercanos de la familia hablan mal unos de otros, la traición por parte de un amigo o pareja, los malos tratos tanto físicos como psicológicos, haber sufrido una infidelidad o que alguien cercano la haya sufrido.

Es importante resaltar que el impacto de los eventos descritos va a depender del significado o importancia que la persona con pistantrofobia le da a este tipo de experiencias, así como de los niveles de autoestima con los que cuente, ya que las personas con mayor seguridad en sí mismas o autoestima tienen menos probabilidades de sufrir pistantrofobia.

Consejos para superar la pistantrofobia y volver a confiar en los demás

Es importante aprender a superar la pistantrofobia y los siguientes consejos pueden ayudar a superar este problema:

  1. Regular las expectativas en relación con los demás: las relaciones sociales no tienen que funcionar como un confesor. Tampoco como un enemigo del que tenemos que protegernos para que no sepa nada de nosotros. Es importante tener esto en cuenta para no vernos forzados a acercarnos o alejarnos demasiado. Nuestra relación con los demás es una oportunidad magnífica para liberarnos y disfrutar en un marco de comprensión emocional saludable. Para favorecer este ambiente hay que aportar algo de nosotros mismos (necesidades, opiniones, etcétera) para comprobar cómo las recibe el otro y animarlo a que él también nos hable de sus inquietudes.
  2. Asumir la incertidumbre y el riesgo en las relaciones sociales: el problema subyacente a todos los miedos relacionados con la interacción social es que no podemos saber a ciencia cierta la respuesta de nuestro interlocutor. Es muy difícil asegurarnos de que en las relaciones sociales la otra persona vaya a actuar como a nosotros nos gustaría y por eso algunas personas se alejan o evitan profundizar en ellas. Debemos aprender a tolerar esta incertidumbre sabiendo que es importante que tú actúes de una manera cercana o razonable para el tipo de relación que deseas mantener. Siempre tendrás margen de retroceder si lo consideras oportuno, o si la otra persona no actúa como esperabas.
  3. Ir de menos a más: no hace falta que sintamos una conexión o cercanía inmediata con los demás; las relaciones se van construyendo poco a poco. Por ello, comenzar hablando de nosotros, pero sobre aspectos no demasiado íntimos y, poco a poco, si observamos una buena reacción en la otra persona, ampliar el margen de confianza.
  4. Emplear un estilo de comunicación asertivo: expresar nuestra opinión, necesidades y deseos, asumiendo que la otra persona tiene los suyos e, incluso, pueden chocar con los nuestros y debemos respetarlos.
  5. Hablar en primera persona: utilizar expresión como ‘en mi opinión’, ‘yo creo’, ‘para mí…’, esto ayudará a no parecer impositivo en la expresión de nuestras emociones y disminuirá la probabilidad de que nos evalúen de forma negativa.
  6. Sonreír, mostrarnos cercanos: la sonrisa es un conector social importante que nos ayudará a relajarnos en las relaciones sociales.
  7. Ser flexibles: la relación social no fluye de manera constante. Comprobaremos que hay ocasiones en las que podemos sentirnos más conectados que otros con la misma persona. Esto es debido a que las relaciones con los demás también están influidas por nuestros estados emocionales.
  8. Interesarse por los demás: para conectar con otras personas es necesario que nos importe e interese la gente. Pensar en lo que hay detrás de esas vidas, en lo que pueden aprender y nos pueden aportar.

Fuente: ConBienestar