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Por qué a veces no sabemos dónde dejamos las llaves y otras jugadas del cerebro


Publicada: 2024-01-11 09:00:26

El cerebro nos pone pequeñas trampas, pero en verdad lo que hacen las mismas es entrenarnos, según un especialista en Neuropsicología.
Muchas veces nos puede pasar olvidarnos el nombre de alguien, perder las llaves o no saber a qué fuimos a la cocina y todas estas cosas pueden ser, en realidad, una jugarreta de nuestro cerebro, ese órgano maravilloso al que incluso podemos entrenar. Así lo afirma el neuropsicólogo Saúl Martínez-Horta, quien explicó por qué suceden estos episodios.

“¿Quién creemos que corrige automáticamente un error de ortografía cuando escribimos algo mal en la computadora?”, pregunta el médico y la respuesta es el cerebro. “Muchas personas consultan eventos que forman parte de la normalidad desde el punto de vista neurológico y neuropsicológico”, dijo el especialista en Neuropsicología clínica en el Hospital Sant Pau de Barcelona, donde investiga la enfermedad de Huntington.

A veces nos sentamos a pensar para ver dónde dejamos algún objeto que perdimos. (Foto: Adobe Stock)
A veces nos sentamos a pensar para ver dónde dejamos algún objeto que perdimos. (Foto: Adobe Stock)
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Se refiere a cuando, por ejemplo, no encontramos las llaves y, por mucho que intentemos, no logramos recordar dónde las dejamos. “En esencia, ocurre que no es que hayamos olvidado dónde las dejamos, sino que no hemos aprendido dónde las dejamos”, aclara el médico. La explicación es que para que se produzca el fenómeno del olvido, antes se debe haber aprendido y para ello, deberíamos orientar nuestra atención a lo que está pasando, pero no siempre lo hacemos en la mayoría de los casos.

Si no aprendemos, no recordamos

El doctor Martínez-Horta indica que vivimos desplegando mucha conducta automatizada que no supervisamos, ni se incorpora como un recuerdo. Desde que nos levantamos hasta que llegamos al trabajo, ¿qué seríamos capaces de recordar? En realidad, poca cosa. No es que seamos un robot, pero sí ponemos el modo robot cuando hacemos tareas cotidianas. Nuestro cerebro, siempre atento, se encarga de que lo podamos hacer sin mayores problemas, pero no podremos recordar, porque no estábamos atentos.

Como en muchos casos lo que hacemos es un automatismo, no desplegamos atención sobre lo que hacemos y eso supone, en determinadas ocasiones, cuando vamos a buscar esas llaves perdidas, no tengamos ni idea de dónde las dejamos. “Del mismo modo que cuando vas por la calle y ves la gente, después no recuerdas cómo iban vestidos, porque no has prestado atención. Eso mismo sucede en muchas actividades cotidianas”, comenta el doctor.

El cerebro reconstruye los recuerdos

El cerebro puede hacernos muchas jugadas, pero no van en nuestra contra, sino todo lo contrario, nos ayudan a tener una mayor eficiencia cognitiva para que podamos ir por la vida sin tener que agotarnos estando atentos por todo lo que ocurre a nuestro alrededor, dijo el experto.

Para entenderlo hay que comprender que “en gran medida, el cerebro es un sistema dedicado a predecir qué va a suceder y una parte muy importante de la realidad, es una predicción”, señaló Martínez-Horta y añadió: “Estamos viendo y sintiendo lo que el cerebro anticipa como más probable. Para esa construcción basada en la probabilidad, el cerebro utiliza múltiples recursos para hacer este trabajo. O sea, transforma lo que experimentamos”.

Cuando estamos trabajando, muchas veces corregimos alguna palabra por una orden del cerebro. (Foto: Adobe Stock)
Cuando estamos trabajando, muchas veces corregimos alguna palabra por una orden del cerebro. (Foto: Adobe Stock)
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Como explica el neuropsicólogo, estas trampas que nos hace el cerebro, en realidad son muy útiles para nosotros. Lo que ocurre es que no nos damos cuenta de que están sucediendo. “Por ejemplo, cuando reconstruye nuestros recuerdos, incorpora elementos en ellos que hacen que tengan un aspecto más coherente o congruente con nuestra realidad”, dijo. El experto señala la importancia de tener en cuenta que “aquello que nosotros recordamos no es como sucedió, sino cómo se ha transformado”.

Cómo cuidar el cerebro

Entre las recomendaciones para mejorar la eficiencia de nuestro cerebro, el doctor Martínez-Horta destaca una: la sensatez. “Vivimos una era en la que en la que se sugieren muchas recomendaciones sin una base científica detrás, pero la ciencia no se nutre de creencias, sino de evidencias”. Por eso, sus recomendaciones están “basadas en el sentido común y en el mejor experimento que tenemos en el universo, que es la propia naturaleza”.

Según explicó, “la mejor forma de contribuir a la salud del cerebro es usándolo para aquello que la evolución lo ha construido, para interactuar con otros individuos, relacionarnos con el mundo, para memorizar, trabajar y aprender”.

Además, comenta que hay que tener en cuenta en paralelo que se trata de “un sistema frágil, porque es muy complejo”. Por eso, aconseja que “además de darle descanso, requiere no saturarlo. Un cerebro sano que es un cerebro que descansa, que se alimenta bien, que no se le expone a drogas y, en definitiva, que se nutre de los estímulos del mundo en el que está inmerso”.

Fuente: ConBienestar