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El ejercicio que compensa la falta de sueño y mejora el rendimiento cognitivo


Publicada: 2024-01-30 09:00:26

Se trata de una actividad que puede hacerse al aire libre, en un gimnasio o en casa. Realizarla durante 20 minutos al día, puede producir muchos beneficios, según un estudio.
La actividad física es una buena medicina para el cuerpo y el cerebro, incluso cuando no dormimos bien y así lo demostró un estudio realizado por la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido. Se trata de una investigación que analiza cómo el sueño, los niveles de oxígeno y el ejercicio influyen en nuestra capacidad para realizar tareas.

Dormir bien es fundamental para afrontar los retos de la vida cotidiana y, en general, para tener una vida plena y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos neurodegenerativos o depresión. Sin embargo, no siempre somos capaces de conciliar el sueño y descansar toda la noche. Este estudio propone un método que puede ayudarte a rendir durante toda la jornada, a pesar de no haber dormido bien.

Algunas veces no podemos conciliar el sueño y descansar toda la noche. (Foto: Adobe Stock)
Algunas veces no podemos conciliar el sueño y descansar toda la noche. (Foto: Adobe Stock)
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“Sabemos que el ejercicio mejora o mantiene nuestro rendimiento cognitivo, incluso cuando se reducen los niveles de oxígeno. Pero este es el primer estudio que afirma que también mejora la parálisis cerebral después de la privación total y parcial del sueño y cuando se combina con hipoxia (cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro)”, explica el doctor Joe Costello, de la facultad de Ciencias del Deporte, la Salud y el Ejercicio.

Qué hacer para rendir durante la jornada si no dormimos bien

Los investigadores de este estudio explican que un ejercicio moderado durante 20 minutos, como puede ser andar en bicicleta, tiene efectos positivos en nuestra salud cuando existe falta de sueño o una alteración del mismo, debido a diferentes factores estresantes. Para demostrarlo, realizaron dos experimentos, con 12 participantes cada uno.

En el primer grupo, se analizó el impacto de la privación parcial del sueño en el rendimiento cognitivo de una persona. Para ello, los participantes tuvieron que dormir cinco horas por noche, durante tres días. Cada mañana se les asignarían siete tareas para realizar en reposo y luego mientras iban en bicicleta. También se les pidió que calificaran su somnolencia y su estado de ánimo antes de completar las tareas.

Andar en bicicleta tiene efectos positivos en nuestra salud cuando existe falta de sueño. (Foto: Adobe Stock)
Andar en bicicleta tiene efectos positivos en nuestra salud cuando existe falta de sueño. (Foto: Adobe Stock)
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En el segundo, se examinó el impacto de la privación total del sueño y la hipoxia. Los participantes pasaron una noche entera sin dormir y luego fueron colocados en un ambiente con bajos niveles de oxígeno.

Los resultados del estudio

En ambos casos, el resultado fue que todos los participantes experimentaron una mejora en el rendimiento cognitivo después de realizar 20 minutos de ciclismo con una intensidad moderada

“Como considerábamos el ejercicio como una intervención positiva, decidimos utilizar un programa de intensidad moderada”, dijo Costello. Además, los investigadores también recalcaron la importancia de la intensidad y el tiempo del ejercicio, ya que, si hubiese sido más largo y más duro, podría generar resultados negativos en los participantes y esto podría traducirse en un factor estresante.

Los investigadores indicaron que una posible hipótesis de por qué el ejercicio mejora el rendimiento cognitivo está relacionada con el aumento del flujo sanguíneo cerebral y la oxigenación. Sin embargo, los resultados también sugieren que incluso cuando el ejercicio se realiza en un ambiente con bajos niveles de oxígeno, los participantes aún podían realizar tareas cognitivas.

La explicación que ofrece este estudio de por qué mejora el rendimiento cognitivo durante el ejercicio, incluso cuando una persona tiene falta de sueño y poco oxígeno, se debe a los cambios en la cantidad de hormonas reguladoras del cerebro, así como una serie de factores psicofisiológicos que incluyen el flujo sanguíneo cerebral, la excitación y la motivación.

Fuente: ConBienestar