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CORONAVIRUS: “NO HAY QUE DESCARTAR UNA TERCERA OLA”, ADVIERTE UN EXPERTO EN SALUD PÚBLICA

Publicada: 2020-11-16 13:34:05
Un exasesor de Barack Obama alerta sobre el relajamiento de los cuidados ante los anuncios de las vacunas. Dice que un aislamiento estricto de seis semanas “es una buena inversión”.

En un momento de incertidumbre, con la incidencia del virus del COVID-19 en España, la comunidad científica está dividida. Unos piensan que es el momento de tomar medidas más restrictivas para bajar definitivamente la curva, mientras que otros son partidarios de observar cómo funcionan las que ya están en marcha. Rafael Bengoa, médico y experto en salud pública, era partidario de asumir una estrategia radical en lugar de estar en un tire y afloje con el virus hasta que haya una vacuna.

El también consejero de sanidad del País Vasco y ex asesor de Barack Obama es muy escéptico con que las restricciones actuales sirvan para controlar la pandemia, pero ya que se tomaron, aconseja esperar unas semanas para comprobar su evolución.

Esto respondió al diario El País:

— En junio tuvimos en España una incidencia de menos de 10 casos por 100.000 habitantes ¿Cómo llegamos hasta acá?

 Primero: nos aislamos bien y salimos mal de ese aislamiento. En junio, tanto los ciudadanos como las autoridades tomaron la decisión de que el virus no es permanente y de que se había controlado. Esa decisión tiene que ver con nuestro enorme sesgo a la normalidad, que es donde sentimos seguridad. Nos movimos bastante mal en verano, nosotros y otros países, con una lógica de lo normal, pro turista, probares y pro vida social. Eso desencadenó una tormenta mucho más predecible. Deberíamos habernos preparado mejor. No desarrollamos todos los mecanismos, sobre todo los de control localRastreotesteoaislamiento.

— En muchos países, la situación se puso peor que en España. Vimos que los únicos que lograron controlar al virus son los países orientales y de Oceanía. ¿Es un mal inevitable en occidente?

 Las sociedades orientales tomaron una decisión que creo que es la correcta, y es pertinente también para los países europeos. Tomaron la decisión de salud primero y economía después. Funcionó mejor que la nuestra que se basa en convivir con el virus y dejar abiertas ciertas cosas.

¿Estamos a tiempo de imitar esta estrategia?

 Estamos a tiempo. Pero tenemos que salir de la duda sobre el qué hacer. No creo que salgamos con estas medidas, como para tener el virus a menos de 100 de incidencia. A esos niveles solo bajaron aquellos que se aislaron en serio: Israel y los países mencionados antes. Me parece bien evaluar bien las medidas.

 Si no nos aislamos, ¿estamos asumiendo miles de muertes?

— Esa es la lógica si se asume convivir con el virus. Pero la segunda lección de occidente es la económica: aislarse en serio seis semanas es una estrategia económica no sanitaria. Esto no se interiorizó.

¿Es una inversión?

— A juzgar por el Lejano Oriente, aislarse en serio cinco o seis semanas es una buena inversión. Pero se piensa que la mejor estrategia económica es convivir con el virus.

— Madrid está bajando sin parar desde hace mes y medio sin grandes restricciones.

 Las subidas y bajadas fueron no solo para Madrid, sino para toda la Tierra. Es un virus al que le gusta resurgir incluso cuando hay cifras muy bajas. Lo que hay que saber es que en este segundo aislamiento, sea antes o después, la gran lección es no repetir el primero.

 ¿Veremos una tercera ola?

 No hay que descartar que exista una tercera ola, aunque sea más pequeña. Lo que insistiría es que los profesionales están aprendiendo cómo atajar este virus clínicamente todos los días y que es muy importante que las autoridades hagan lo mismo, que aprendan que la primera apertura del aislamiento no funcionó y que la complacencia tampoco.

Hay que compararse con los mejores, no con los peores. En la primera ola se autoaisló y aceptó un confinamiento muy severo bajo un estado de alarma. Pero según vamos avanzando y se ve inconsistencia en mensajes, autocomplacencia, cambia la percepción del riesgo y ciudadanos y políticos se comportan de manera diferente. No son solo los jóvenes en las fiestas. Si la gente no ve coherencia en la comunicación, sea vacunas, sea restricciones, de cualquier noticia… Esa comunicación es igual de importante que la medida, porque la gente modula su percepción de riesgo en función de esa información.

Fuente: conbienestar