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Hablamos con la investigadora que jugó Doom en bacterias intestinales: “El poder de la biología es infinito”


Publicada: 2024-02-19 12:51:48

Una experta en biotecnología ensanchó el extravagante fenómeno que protagoniza el videojuego, al que ya vimos en soportes insólitos. “Este es un gran ejemplo de cómo se pueden lograr proezas de ciencia ficción”, dice.
Lauren Ramlan es bioingeniera y bioartista. Con apenas 23 años, la nacida y criada en California obtuvo su licenciatura en la Universidad de Stanford y ahora cursa su doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el célebre MIT que reúne a muchas de las principales figuras de la ciencia y la tecnología en Estados Unidos. “Ren” —así se presentó ante nosotros— consiguió una fama inusitada, gracias a un proyecto académico que sorprendió a propios y extraños. ¿Su proeza? Logró que el videojuego Doom se muestre en bacterias intestinales.

“Quería hacer algo diferente y entretenido”, cuenta la investigadora en diálogo con TN Tecno. Fue entonces cuando pensó en subirse a uno de los fenómenos más extravagantes en el mundillo de los videogamesconseguir que el clásico juego de disparos en primera persona corra en soportes impensados. En el pasado, nos enteramos de ejemplos numerosos y bizarros: el título de id Software en la pantalla diminuta de una calculadora, en un adorno navideño, en electrodomésticos de toda especie, incluso en una prueba de embarazo y en un tractor. Amén de esas rarezas, jamás imaginamos que la entrega brillaría en una bacteria del intestino.

La joven científica consiguió su hito al dosificar las bacterias con proteínas fluorescentes. Así, al iluminarse se generó una variante particularísima de píxeles y, finalmente, un “monitor intestinal”. Cabe mencionar que el material biológico no ejecuta el juego de disparos como lo haría un dispositivo; en cambio, lo que se logró es una combinación que le permite actuar como la pantalla más extraña del mundo.

– ¿Cómo surgió esta idea tan singular?

– El video que publiqué (Ndr: a continuación de este párrafo) fue para un proyecto de investigación, en una clase que tomé el semestre pasado llamada “Principios de Biología Sintética”. Para nuestro final, tuvimos que simular y analizar un sistema de biología sintética y hacer la presentación el último día de clases. Todos estaban trabajando en enfermedades o aplicaciones ambientales. Yo quería hacer algo diferente y entretenido para mis compañeros de curso.
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Una investigadora dosificó las bacterias con proteínas que se iluminan como píxeles, formando una “pantalla intestinal”. (Video: Lauren Ramlan)
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Entonces, estaba haciendo un ejercicio de ideación de mapas mentales en mi diario personal cuando me metí en esta idea de mostrar cosas en células. Recordé la tendencia de ejecutar Doom en dispositivos aleatorios, e inmediatamente supe que sería el ejemplo perfecto de algo lo suficientemente desafiante como para aprobar, y a la vez interesante para hacer sonreír a mi clase.
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– Sabemos que usaste bacterias Escherichia coli para este trabajo. ¿Por qué esas y no otro elemento?

– En realidad, son el organismo modelo estándar de laboratorio cuando se trata de bacterias. Casi todos los bioingenieros han trabajado con Escherichia coli en algún momento. La bacteria tiene un conjunto de herramientas genéticas muy grande y bien caracterizado, que es excelente tanto para simulaciones como para experimentos de la vida real. Fue divertido ver la reacción a esto en Internet y recordar que, a ojos del público, es una bacteria intestinal. ¡Para mí es simplemente un reactivo de laboratorio común y conveniente!

"Pensé que este proyecto sería lo suficientemente desafiante como para aprobar, y a la vez interesante para hacer sonreír a mi clase", dice Ramlan. (Foto: LinkedIn)
«Pensé que este proyecto sería lo suficientemente desafiante como para aprobar, y a la vez interesante para hacer sonreír a mi clase», dice Ramlan. (Foto: LinkedIn)
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– Tu video tuvo una gran repercusión en sitios de videojuegos, portales de tecnología, otros científicos y en las redes. ¿Cómo viviste esta exposición repentina?

– Definitivamente, obtuvo mucha más atención de la que esperaba. Como mencioné, hice este video para una clase y lo publiqué en YouTube porque nos lo pidieron para facilitar la visualización. Ahora se ha convertido en toda una historia entre mis amigos, familiares y compañeros de trabajo. Varias personas me contactaron diciendo que encontraron una publicación sobre mí en Internet. Ha sido muy entretenido ver todo el interés y el compromiso.

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– Más allá de tus bacterias intestinales, ¿cuáles son las iniciativas en este mundillo que más te gustaron y capturaron tu interés?

– El extraño dispositivo Doom que recuerdo haber conocido primero fue una tostadora. Realmente, eso quedó grabado en mi mente. También he visto algunas publicaciones en el subreddit r/ItRunsDoom sobre cómo ejecutar el videojuego en 8.000 millones de cangrejos. Honestamente, casi todos los ejemplos son maravillosos, ya que todos son parte de la creatividad humana, combinando los juegos con la ingeniería.
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– Además de la hazaña que lograste, ¿cuáles son los alcances y objetivos de esta investigación? Quiero decir, ¿nos servirá de algo el hecho que las bacterias intestinales funcionen como una pantalla?

– Lo mejor de un proyecto como este es la inspiración. Como biodiseñadora y bioartista, mi objetivo es lograr que la gente vea que el poder de la biología se puede aprovechar de formas casi infinitas. Es un medio sorprendente y subutilizado para la creatividad y la expresión. Las opciones disponibles son literalmente tan diversas como la vida misma. No creo que una pantalla bacteriana tenga esperanzas de superar a una digital en el corto plazo, pero es un gran ejemplo de cómo se pueden lograr proezas de ciencia ficción a través de la biología sintética. E invito a todos a imaginar lo que podrían crear con células.

De gran viralidad, la iniciativa de Ramlan podría tener un segundo capítulo. Acaso, uno en el que veamos al juego ejecutándose, es decir, en movimiento. “Ahora que esta investigación se volvió tan popular, desearía haber podido dar un paso más”, reconoce la investigadora californiana. Y cierra con la visión entusiasmada de aquellos que ponen manos a la obra para concretar aquello que imaginan: “Mucha gente ha señalado, con razón, que mi diseño solo muestra Doom y que no lo ejecuta por completo. Pero existen formas teóricas de crear biocomputadoras reales, que algún día podrían ejecutar el juego. Si rehiciera el proyecto, lo intentaría”.

Fuente: Conbienestar