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QUÉ PUEDE PASARLES A QUIENES TODAVÍA NO RECIBIERON LA SEGUNDA DOSIS DE LA VACUNA CONTRA EL CORONAVIRUS

Publicada: 2021-05-07 12:50:36
En esa condición, hay 8 millones de argentinos. Los expertos coinciden en que el retraso no es mayor problema. Pero la omisión, sí.

La Argentina no es el único lugar en el mundo donde las autoridades decidieron retrasar la segunda dosis para introducir rápidamente la vacuna contra el coronavirus en más personas.

La Argentina no es el único lugar en el mundo donde las autoridades decidieron retrasar la segunda dosis para introducir rápidamente la vacuna contra el coronavirus en más personas. Sin embargo, se desconocen las consecuencias de desviarse de los regímenes de dosificación prescritos por el fabricante de acuerdo con los resultados de los ensayos clínicos.

Los expertos coinciden en que el impacto dependerá de la fuerza de las respuestas inmunes a las vacunas: “No toda persona reacciona de la misma manera ante el mismo estímulo”, manifiesta Chadi Saad-Roy investigador del Instituto Lewis-Sigler de Genómica Integrativa, Universidad de Princeton.

Las tres vacunas contra el coronavirus disponibles en el país son la Sputnik V, la de AstraZeneca/Oxford y la de Sinopharm. Todas requieren de dos dosis para brindar un nivel de protección óptimo y el intervalo convencional es de 21 a 28 días entre una y otra aplicación. ¿Qué puede pasar si se extiende a 120 días?

Lo que anticipa la ciencia

A nivel local, el infectólogo Antonio Montero (M.P. 8.249) aclara a Con Bienestar que los resultados de los estudios premonitorios dependen del modelo de estudio que puede ser epidemiológico o estadístico.

Los autores de una investigación epidemiológica publicada en Science encontraron que aunque las estrategias de una dosis generalmente reducen las infecciones en el corto plazo, a largo plazo, el resultado depende de la robustez inmune.

“Aplicar una gran cantidad de dosis únicas en un contexto de emergencia, por ejemplo en una epidemia vigorosa, donde hay un gran aumento de infecciones, es beneficioso en el corto plazo porque reduce la prevalencia de la enfermedad. También hallaron que la inmunidad después de una sola dosis es robusta y que, por lo tanto, retardar la segunda dosis puede ser también óptimo desde una perspectiva epidemiológica en el largo plazo. Dejemos claro que dice retardar la segunda dosis y no omitirla”, se explaya Montero sobre la conclusión que considera esta posible evolución del virus.

El experto vuelve a la idea de que todo depende de que la primera dosis le haga un gran efecto al paciente y como sujetos diferentes, muestran respuestas inmunes diferentes, ”uno no puede asegurar que una sola dosis vaya a producir uniformemente una gran respuesta inmune y que por lo tanto se puede retardar tranquilamente la segunda dosis”, dijo.

El lado B de la respuesta inmune con una sola dosis

 El resultado depende de la robustez inmunológica del paciente. Entonces, siguiendo esta línea, una estrategia de una dosis podría aumentar el potencial de evolución antigénica si las respuestas inmunitarias son subóptimas y el virus continúa replicándose en algunas personas vacunadas. Así, podría haber mutaciones de escape inmunológico, es decir que podría eludir la respuesta inmunitaria humana.

“A largo plazo, significaría una mayor carga infecciosa. Entonces, cuando llegue una segunda dosis de la vacuna, la respuesta no sería tan efectiva. Todo esto es muy teórico, no significa que vaya a ser así”, remarca el experto.

Las “mutaciones de escape” podrían esquivar una respuesta inmune débil y hacer que el patógeno se vuelva más agresivo. Incluso los ya recuperados podrían volver a infectarse, y las vacunas necesitarían una actualización.

Este “escape inmunitario” preocupa mucho a los investigadores, ya que podría significar que incluso, los que ya se han recuperado podrían volver a infectarse, y que las vacunas ya utilizadas podrían dejar de ser eficaces o necesitar un refuerzo, como es el caso de la vacuna de Pfizer donde ya se está estudiando una tercera dosis.


“Es de destacar que los impactos epidemiológicos y evolutivos negativos o malos, pueden surgir en lugares donde el despliegue de la vacuna se retrasa y las tasas de vacunación son bajas”, refiere Michael Mina, profesor de Epidemiología e Inmunología y Enfermedades Infecciosas, de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

El consejo para las personas que ya se vacunaron con una dosis

“Deben quedarse tranquilos, van a recibir su segunda dosis. Con la que ya recibieron, evitan la hospitalización y la muerte”, afirma el infectólogo y epidemiólogo Hugo Pizzi (M.N. 54.101).

“Habría que preocuparse a partir de los 180 días. Sin dudas hay que completar los esquemas y si la persona está muy intranquila, podría hacerse un dosaje de anticuerpos para que vea que su nivel protector es suficiente”, sugiere Montero.

Sólo queda esperar a que lleguen las dosis y que sean correctamente distribuidas. Tarea que, a juzgar por lo ocurrido hasta ahora, no va a ser fácil.

Con información de: Fernando Ferrari – Comunicador en Ciencias de la Salud – UBA

Fuente: conbienestar